Ahí tienes la paradoja: en el sofá hay un cuerpo muerto que respira. Los ojos cerrados, media sonrisa, y una respiración tranquila, escuchando música.

Que lo has conseguido. Creías que no, pero finalmente has podido, con varias cosas a la vez, y has podido con absolutamente todo. Mola que de vez en cuando una especie de duendecillo interior llamado Ego te alabe por cosas que has hecho. Ahora, lo que queda de camino, no será para nada comparable a lo que ya has pasado.

Después de un ratito, Ego te abre los párpados tirando con cuidado y te dice: ¡Oye! ¡Pero celébralo! Y como Ego es muy listo, tú haces caso. Y luego Ego se duerme para poder despertarse otro día y felicitarte de nuevo, con la misma energía con la que lo ha hecho esta vez. ¡Chicos! ¡Enhorabuena a todos los que habéis conseguido pasar este reto!

Acto único.

(Se oye un chasquido. Los actores en escena lucen una amplia sonrisa acompañada de unas ojeras exageradas. Todos se miran y no dicen nada. De fondo, se oye Sweet Victory, muy tenue. Irrumpe en escena, por el lateral derecho, BAC, un joven sano, orgulloso, con una sonrisa casi sarcástica. Va trajeado, y mira al resto de actores con desdén, paseándose delante de ellos lentamente. Los mira de espaldas al público, y continúa paseando, de cara al público, pero sin dirigirse a él. Sweet Victory se atenúa hasta no oírse.)
BAC. - ¿Cómo estáis?
Actor 1. - ¿Tú qué crees?
Actriz 1. - Esas preguntas guárdatelas para ti y tus promociones futuras.
BAC. - Veo que seguimos peleones.
Actor 3. - Nos has arruinado este año...
Actor 1. - (Cortando la frase) ¡Arruinado! Has acabado con nosotros.
BAC. - (riéndose) Vamos...
Actriz 1. - (Indignada) ¿Cómo que "vamos"? ¿Tienes tú estas ojeras?
Actor 2. - ¿Este cansancio, semana tras semana, eterno en el cuerpo y el alma?
Actor 4. - ¿Acaso lloraste por las notas? ¿Por la impotencia en alguna ocasión?
(Todos se acercan cada vez más a BAC, y éste retrocede intimidado.)
BAC. - Chicos, chicos...
Actor 1. - ¿Has sido juzgado, tú, asqueroso, por un grupo de personas que sólo ven los resultados de tu esfuerzo en un papel, apenas considerando el resto de tu vida?
Actriz 2. - ¿Tienes que repetir o hacer trabajos, exámenes, sólo para conseguir subir tu nota, que en ocasiones deberías ya haber ganado sin tener que hacerlo?
(El resto de los actores rodean a BAC, menos por la parte delantera del escenario, para que el público pueda verle. BAC se empieza a poner nervioso y sus gestos y su respiración empiezan a ser rápidos.)
BAC. - Damas. Caballeros. Podemos arreglar esto...
Actor 3. - Tarde. El curso ya pasó.
BAC. - (Atónito) ¿Cómo?
Actor 1. - Que el curso ya ha pasado. ¿Ves estas ojeras?
BAC. - Sí.
Actor 1. - Son de fiesta. De la fiesta que hemos tenido el último día del curso.
Actor 4. - ¿Y los ojos rojos? De llorar de alegría y tristeza, de no dormir, del humo y el alcohol.
BAC. - (Cada vez más nervioso.) ¿Qué estáis diciendo?
Actriz 1. - Que tu juego se ha acabado.
Actor 2. - Con nosotros ya has terminado. Pero sabemos que pronto, en unos meses, tendrás próximas víctimas. Y que para muchas de ellas, la mayoría, será necesario pasar todo este sufrimiento, para conseguir hacer lo que quieren.
Actor 3. - ¿Sabes? No nos quejamos de tu existencia, pero coincidimos en pensar que eres repugnante.
Actriz 1. - Repulsivo, odioso, cansino, horrible.
BAC. - (Agachándose y tapándose los oídos.) ¡Basta! ¡Callad!
Actor 1. - (Agachándose con el y acercándose mucho a sus oídos tapados.) Esperemos que si sigues así generación tras generación, te pudras en el infierno.
BAC. - ¡Silencio!
(BAC Hinca las rodillas en el suelo y se encoge tapándose los oídos con desesperación, murmurando "callad, callad". El resto de actores se van lentamente, desapareciendo por los laterales. Poco a poco, van entrando nuevos actores en escena, y BAC se va recomponiendo, mirándolos. Adopta una postura elegante y vuelve a su estado inicial, con la sonrisa sarcástica y pavoneándose por el escenario.)
BAC. - Damas. Caballeros. Bienvenidos a 2º de BAC.
(Los actores tienen la misma postura y gestos, y mientras se cierra el telón, vuelve a sonar la música de Sweet Victory, mientras BAC sigue dando indicaciones. Fin de la obra.)

Paciencia, pequeño saltamontes.

¡Que dentro de muy poco tus pies te odiarán por someterlos, durante insufribles horas, a 15 centímetros del suelo! ¡Que ya queda nada para que se te rasgue la voz y te duela la garganta de todo lo que vas a gritar de felicidad! ¡Que muy pronto, lo único que recordarás de las clases será el concepto de ellas que hay en el diccionario! Dentro de muy poco, esperemos, habrá que dormir a pierna suelta. Y esos serán nuestros únicos deberes.
Niños, coged vuestra agenda, que luego se os olvida. Para mañana. Obligatorio: página X del diario de vuestra vida, ejercicio de dormir, pasarlo bien, e ir mucho a la playa. Y si tenéis tiempo, ¡un comentario de texto, mentalmente por supuesto, de cómo os lo pasáis yendo de fiesta! Así que, acuérdate de hacer los deberes todos los días... ¡que si no luego tienes que ir a subir nota, y todo al final no se puede, eh! ¡Aaaaaaanda y que te jodan, bachiller!

Summertime

Tengo ganas de despertarme con la luz del sol, que cuando me levante suene música de fiesta en automático. Quiero darme duchas sin tener que repasar mentalmente exámenes o programar un horario concreto. Echo de menos los días de verano en los que a veces pensaba: ¿y ahora qué hago? Porque me quedaba sin cosas que hacer. Echo de menos quedarme casi dormida y tostada por el sol, y luego, casi sin pensarlo, darme un chapuzón para depertarme por completo. Necesito unos días para hacer las cosas que quiero hacer, no para lo que tengo que hacer. Y juro que cuando esos días lleguen, no va a quedar espacio en la memoria de todos los ordenadores del mundo para la cantidad de fotos que voy a sacar. No va a haber sitio en mi maldita casa para todas las manualidades, dibujos y proyectos que voy a hacer. Y voy a estar taaaaaaaaaan sumamente agotada, que voy a dormir de un tirón, sin pensar en notas por la noche, sólo en pasarlo bien al día siguiente. Verano: te manda un besazo una de tus fans número uno. ¡Pórtate bien hasta entonces y nunca cambies!

Motivación.

Hay días en los que necesitas sentirte bien contigo mismo. Bueno, miento: todos los días tienes que sentirte bien contigo mismo, pero ya nos entendemos (creo). El caso es que me ha venido hoy a la mente una gran frase que un día nos dijo un gran profesor de música nuestro. La situación fue así:

Tras una cansina clase de conservatorio, que por cierto fue empeorando con el paso de los minutos de aquella insignificante horita, nuestro profesor se fijó en nuestras caras de no-sirvo-para-nada y decidió ayudarnos un poquito.
Dijo así: No os preocupéis. Os ha salido bien, es sólo que a veces no tenemos días buenos... Venga ya, ¡si sois profesionales! ¿Vosotras sabéis lo asqueroso e insignificante que se siente... un francotirador, comparándolo con vosotras? [En ese momento intercambiamos miradas de extrañeza, y nuestro profesor continuó con su tan bonito discurso.]
Claro. El francotirador va con su pistolita, se encarama a un edificio, allá donde no le vea nadie y escondidito del mundo, y ale, apunta con mucho cuidado para disparar una bala... ... ¡Venga! ¡Ese tío es un mierdas! Vosotras hacéis eso y mucho más... ... No me refiero que os cargueis a alguien, por el amor de Dios. Quiero decir que vosotras, al estar haciendo lo que hacéis, música, sois como francotiradores. Más que francotiradores. Cada nota que pulsáis es una bala, y tiene que ir clavada. No puedes fallar ni una. Y aún por encima, no te puedes esconder, porque todo el mundo te oye, porque la música se hace para la gente que escucha, no para el que toca. Al que escucha le dará igual que le digas: "ay, es que aquí fallé esta nota porque me flaquearon las fuerzas y metí un acento donde no era", y el que escucha te dirá: "Vale. ¿Y?" ¡Claro! ¿En qué creéis que consiste ser músico? En "asesinar" a cada una de las notas que veas en la partitura. A dolor y sin piedad.